viernes, 25 de enero de 2013


Capitulo 7

Al no querer parecer mal educada, lali se giro y lo saludo.                                                                                    

Peter lanzani había perdido su traje, pero por desgracia esos vaqueros desgastados resaltaban sus esbeltas piernas y el polo color verde botella aumentaba la impresionante anchura de sus hombros. Si, definitivamente tenía un cuerpo de súper héroe, ¿y ahora había decidido ir con ellos?

Gastón: es genial, jefe –dijo entechándole la mano—

<<si, si genial>>

Nico: estupendo –dijo mientras le estrechaba la mano mientras ella intentaba tranquilizarse ante la idea de que Peter fuera a acompañarlos.

Cuando los chicos fueron a ocuparse del equipaje, Peter se acerco.

Peter: sobra decir que a ti también estaré echándote un ojo

Sus ojos verdes le atravesaron con su brillo y le recorrió un cosquilleo debido, probablemente a sus ganas de aprender de el. Si, era esa la razón por la que sentía mariposas en el estomago y le sudaban las manos ante la idea de pasar seis largos meses con su nuevo jefe.

Lali: no tienes de que preocuparte, me esforzare al máximo.
Y pretendía hacerlo. No tenía la más mínima intención de desaprovechar esa oportunidad y acabar con sus sueños. O, peor aún, acabar teniendo que volver a Sídney avergonzada.

Peter: me parece muy bien, pero ¿será eso suficiente? 

Aunque su voz estaba cargada de diversión, su mirada no decía lo mismo. Estaba observándola con una extraña intensidad que hiso que se le pusieran los bellos de punta. Era casi como si esperara que fracasara, como si supiera que no estaba cualificada y que había añadido al curriculum ese cursillo de primeros auxilios que había hecho durante el último mes para que no estuviera totalmente en blanco.                                                                                                                                                      Lali sabia que podía hacerlo. Había crecido de gente de todas clases, se había relacionado social mente desde que aprendió a hablar, asi que ¿Cómo no iba a poder enfrentarse a un puñado de turistas?

Peter: puede que en tu casa estuvieras acostumbradas a batir esas largas pestañas para conseguir todo lo que querías, princesa, pero es no te va a funcionar ahí donde vamos.                                                                                           

Indignada, ella apretó los labios para evitar que su boca se abriera de par en par ante el impacto de esas palabras                                                                                     

¿princesa?                                                                                                                           

Se fijo en el desafiante brillo de sus ojos y supo que peter quería que mordiera el anzuelo, quería provocarla para que ella contraatacara, pero ¿Por qué? ¿ es que quería despedirla antes siquiera empezar a trabajar? ¿o era una continuación del juego que se había traído entre manos durante aquella extraña entrevista?                                                                          Fuera lo que fuera, no estaba dispuesta a darle esa satisfacción, tenía un trabajo que hacer, tanto si el quería como si no.

Lali:  --lo miro con una expresión de lo más inocente y recatada y le dijo --- ¿en serio? ¿Crees que eso no me va a funcionar en Alaska?  ---batió las pestañas y se sintió victoriosa cuando el embozo una mínima sonrisa y retrocedió—
¿así que le gustaba tener el control y que nadie la desafiara? Bien, tendría que recordarlo la próxima vez que le hiciera pasar un mal rato                                            –pensó Peter—

Lali: si lo de las pestañas no funciona, supongo siempre podría utilizar el título de princesa para ver si eso impresionar a los plebeyos

Los ojos de Peter se iluminaron con diversión y ella sintió un intenso calor.

Peter: para alguien que carece de información en su primer empleo, estas impresionante mente preparada.

Lali deseo que dejara de mirarla asi. Con esos ojos verdes clavados en ella no tendría problemas para entrar en calor mientras estuviera en Alaska.

Lali: --fingiendo desinterés ella se encogió de hombros—me he enfrentado a mayores desafíos.

Como, por ejemplo, enfrentarse a sus padres después de lo que había visto, acudir a su madre con la verdad, descubrir que su prometido no era el chico que creía que era, escapar de su antigua vida porque todo era una farsa y volar hasta el otro lado del mundo para empezar una vida nueva. Asi, que si, sabia algo sobre desafíos.                                                                                      

Nico: vamos, ustedes dos, muévanse, tenemos un avión al cual subir

Peter se agacho para recoger su mochila del suelo y los vaqueros se ciñeron a su espectacular trasero haciendo que la seguridad de lali que creía que tenia se derretiría con la misma velocidad que lo aria un glaciar bajo el sol del verano.                                                                                                        Profesionalmente, podía enfrentar cualquier cosa, pero físicamente, su cuerpo estaba fallándole.                                                                                                             Cuando el se estiro y se coloco la mochila en la espalda, ella salió de ese trance y recogió su bolso. Llevaba una enorme mochila y un pequeño bolso que nada tena que ver con las maletas de diseñador que sus padres le habían regalado para su viaje de seis meses a Europa hacia seis años, el día que cumplió veintiuno. Por suerte, las había dejado en casa con el resto de sus pertenencias, junto con el resto de sus amargos recuerdos.

Peter: ¿te hecho una mano?
La sonrisa de Peter fue como una bofetada para su corazón.

Lali: gracias, pero puedo yo sola

Peter: mmm tu misma

Ella espero que Peter se hubiera alejado un poco para murmurar

Lali: princesa… ¡y un cuerno!

El pequeño tropiezo que dio no le paso desapercibido a peter, que sonrió antes de echar andar hacia el avión y dejarla a ella atrás, ocupándose de su equipaje y sin saber si seguir observando su tentador trasero o pateárselo.

Peter: no te quedes rezagada –lo oyó decir con tono divertido—

Decidido. Lo mejor sería darle una buena patada en el trasero… se es que era lo suficientemente tonta como para acercarse tanto a él.

Continuara…………………………..


jajajajaa ente capi super mega dedicado a sofi que espero que te siga gustando y a lovexlaliter que me firma y que gracias a ellas e subido porque se que almenos a ellas les gusta la nove y aunque sea a 1 por eso persona subire 
besos

1 comentario: